Buenas!!! acá vamos... No se qué poner... pero empecemos.
En principio me resistía a tener que lidiar medio año con la práctica de nuevo, ya que la había comenzado el año pasado, sin embargo, me puse las pilas y la poca experiencia en el campo, armé la careta que me salió muy feita pero representaba mas o menos lo que debía.
Pasado el tiempo comenzamos con el trabajo institucional... no nos fue muy bien, pero al menos pudimos tener una idea de lo que era y con lo que contaba la escuela (problemas, docentes, maneras de ser...)
Luego tuve arduo trabajo en el aula, que se complementaba con todas las clases de la praxis. Se me complicó un montón con el tema de mis tiempos y los tiempos de la escuela y la cátedra, pero entre corridas y olvidos todo se realizó.
Llegó el momento de las planificaciones, que las entregué tarde, pero lo importante era que tenía en manos lo que mas o menos deseaba que pasara en las 5 clases a dar.
Pasaron volando. Todo salió de maravilla. Hermosos los alumnos.
Presencié clases de otros compañeros donde pude ver el trabajo de los otros y dar recomendaciones. También vi sus principales inconvenientes y el modo en que los enfrentaban.
Y me mandaron a hacer una historieta con mis prácticas. Fue bastante pobre pero me representé a mi en el salón y a los chicos.
Así vi representadas de diversas formas las prácticas de mis compañeros, todos pasamos por cuestiones similares.
Finalmente, un informe final al que le coloqué mal el título.
Pero...¿ cómo me sentí?
La verdad que hubo momentos y momentos. En ocasiones sentí que todo estaba más que bien, que había pocas cosas en el mundo que podían brindarme semejante alegría; pero en otras sentía que la tarea me superaba, que no podía y que iba a dejar nuevamente la praxis.
Gracias a Dios pude transitar esta instancia, que me enseñó y reafirmó un montón de cuestiones.
Gracias profes, gracias compañeros, gracias a la escuela....
¡GRACIAS TOTALES!
Romi L.
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